Es el fin de las redes sociales. Y no lo digo yo.
- Mariano Tello Nocetti
- 30 abr
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 30 jun
"El contenido es el rey, pero el contexto es Dios." – Gary Vaynerchuk

Tal vez te acuerdes de esto. De ti sentado frente a la computadora, regresando de tus últimas vacaciones. Estás seleccionando las mejores fotografías, no solo mostrándote, sino enseñando los lugares que descubriste, la comida que probaste y lo bien que la pasaste. Quieres compartir lo que viviste con tu red de amigos, etiquetarlos, esperando que puedan escribirte, preguntarte y darte algunos likes. Había una nueva necesidad digital de compartir con tu mundo lo vivido, a través de estas nuevas redes sociales. Tus idas al cine, los cumpleaños, los eventos de graduación, las salidas con los amigos.
Eso era la definición de una red social digital. Un sitio web que conectaba a las personas, un espacio digital para compartir el contenido generado entre nosotros. Eso era Facebook en los años 2000, el lugar donde te enterabas de que un amigo estaba saliendo con alguien nuevo, o que habían tenido una fiesta y no te habían invitado. Actualmente, ya no es esto.
Las redes sociales han evolucionado. Han dejado de ser simplemente lugares para compartir momentos personales y se han transformado en espacios donde los usuarios consumen contenido de todo tipo. Hoy en día funcionan más como medios tradicionales de comunicación, donde vemos videos de celebridades, episodios de influenciadores, consumimos noticias (y de paso opinamos, peleándonos entre nosotros), vemos una gran cantidad de videos hechos con inteligencia artificial, nos reímos con sketches de comedia, memes y demás. Pero ahora es más difícil encontrar publicaciones de nuestros amigos.
El fundador de Meta, Mark Zuckerberg, lo sabe. Lo dijo durante su audiencia la semana pasada, en lo que fue su discurso de apertura en el juicio antimonopolio de la Comisión Federal de Comercio en contra de Facebook. Zuckerberg afirmó que últimamente la empresa tiene como objetivo "entretener y enseñar del mundo, para descubrir lo que sucede en él". Mientras sus argumentos se desarrollaban, se mostraban varias estadísticas que mostraban cómo el "porcentaje de tiempo utilizado en ver contenido publicado por amigos" se redujo durante los dos últimos años, pasando de un 22% a un 17% en Facebook, y de un 11% a un 7% en Instagram. Estas cifras abarcan las famosas "historias", que son actualmente la forma más común de enterarnos de lo que sucede con nuestro círculo social.
En este juicio, la Comisión Federal de Comercio argumenta que Meta ha comprado competidores con el fin de abarcar un monopolio sobre las redes sociales personales. A su vez, Zuckerberg ha respondido que este no es el caso. Que el contenido social ya no es lo que fue hace 20 años, y que actualmente la empresa es conocida por el consumo de contenido digital, el cual es tan amplio que no puede ser monopolizado por nadie. Que todas las aplicaciones de "redes sociales" tienen ahora los mismos formatos, los mismos mecanismos de likes y comentarios. Todas tienen algoritmos que buscan engancharte y mostrarte la mayor cantidad de contenido de tu interés (y esto no incluye actualmente a tus amistades).
Lo que alguna vez fue una forma de mantener relaciones personales a través de la tecnología, se ha convertido en una competencia por nuestra atención. Pasamos de espacios sólo de amigos, a los perfiles de empresas, a los anuncios pagados, al surgimiento de influenciadores y terminamos en una tierra de nadie. Este cambio no solo afecta a la forma en que consumimos contenido, sino también a la manera en que nos relacionamos. Las interacciones personales, que antes ocurrían a través de publicaciones y comentarios, ahora se ven reemplazadas por reacciones rápidas y memes. Nos hemos convertido en consumidores pasivos de contenido en lugar de participantes activos en conversaciones significativas. Y este fenómeno va más allá de las redes sociales: la tecnología está creando burbujas de información que nos aíslan en vez de conectarnos. Las plataformas ahora parecen diseñadas para mantenernos atrapados en un ciclo de entretenimiento, en lugar de fomentar el verdadero intercambio de ideas y experiencias
No sé cuál sea tu sentir hoy en día. Pienso que antes se sentía imposible no tener una cuenta de Facebook. Era la puerta, y la única forma, de conectar con todo el mundo. Era el lugar donde sucedían las cosas (porque si no aparecía en redes, no había pasado, no era real.). Hoy en día siento que podemos empezar a borrar nuestras cuentas y que nada cambiará. Me escribirán por algún otro medio para platicar. Les mandaré una que otra foto a mis amigos y a cambio me mandarán stickers. Si quiero buscaré contenido para entretenerme en algún TikTok o Youtube, así como cuando iba a la sala a prender la tele para entretenerme.
Insisto, Es el fin de las redes sociales como las conocemos. Y no lo digo yo, lo decimos todos mientras las usamos.
Publicado en Ecodiario el 29 de abril del 2025
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